Decálogo de un Abuelo

Recientemente la palabra jubilado se me ha metido en la mochila, casi una consecuencia directa de la edad, aún así un honor, creo que merecido, después de una larga vida laboral. La asumo, desde ahora, como parte de mí mismo y de forma definitiva. Estoy decidido a honrar su etimología en el sentido de gozo y alegría el mayor tiempo posible. Lucharé con uñas y dientes por que sea una época intensa y duradera.

Por el contrario, el título de Abuelo o Aitite, ambos suenan muy bien, me va a ser regalado en breve. Para este último no he tenido que realizar esfuerzo alguno, más al contrario, acompañar a mis hijos en su desarrollo, ha sido, fundamentalmente, un placer que me ha dado la vida, así que el título de Aitite me lo tomaré como regalo sobre regalo.

Ya que en menos de tres meses tendré este título, y que a todo título le corresponde algún privilegio, me voy a permitir a mí mismo, ser la primera persona sobre este planeta que se dirija a Nora por escrito.

«- ¡¡Hola renacuajo!!, en pocas semanas empezarás a respirar aire puro por tí misma y, poco a poco, tus lindos ojos se irán adaptando a este mundo lleno de sorpresas. Empezarás enfocando a Ama, a Aita y a Menta, detrás de ellos, por ahora un poco borrosos, estaremos más gente, atentos, muy atentos a cada uno de tus gestos, viéndonos perpetuados en ti y disfrutando de tu presencia sin que tengas que hacer nada especial para conseguirlo. Entre ellos, vas a ver a un señor barbudo haciendo tonterías a tú lado. Un Abuelo soldado a una cámara de fotos, intentando que no se le escape ni una de esas bonitas sonrisas que seguro me vas a regalar. Un señor mayor que se verá tan torpe al tenerte en brazos como ya le pasó en dos ocasiones anteriores y que, a pesar de todo, se le saltarán las lágrimas de felicidad como le sucedió en esas dos ocasiones.

Hoy, antes de que llegues a este mundo complicado pero lleno de oportunidades, quiero que al menos, tengas claro lo que puedes esperar de tu Abuelo Montxu».

1.- Prometo quererte de forma incondicional.

2.- Prometo no bordear un charco si podemos meternos por el medio.

3.- Prometo mostrarte que lo peor del miedo es el propio miedo.

4.- Prometo mostrarte el valor del esfuerzo y la empatía.

5.- Prometo enseñarte a mirar de frente sin pestañear y a silbar bien fuerte.

6.- Prometo escucharte hasta el final.

7.- Prometo acompañarte, si lo deseas, en los repechos.

8.- Prometo que comeremos huevos fritos con las manos.

9.- Prometo enseñarte el poder de tus sueños.

10.- Prometo respetar las órdenes de Ama y Aita, al menos mientras nos vean…

Para Nora, de su Aitite Montxu.

4 opiniones en “Decálogo de un Abuelo”

  1. Joder Montxu!
    No te puedo leer en público, la gente me mira raro cuando hago extrañas maniobras tratando de esconder las lagrimas que me provocan tus textos.

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