Nocturnas

La fotografía nocturna es, en si misma, una aventura divertida, un termo de café, unos amigos  y ya sea en la ciudad o en la naturaleza, la noche nos ofrece una perspectiva diferente, las luces en movimiento crean dibujos caprichosos y un simple charco se convierte en un espejo, si además añadimos nuestro toque de luz con linternas, las posibilidades de diversión se vuelven infinitas.

En este caso un clásico, el puente de la salve junto al museo Guggenheim y la araña «Mamá».

 

En esta toma de los hornos de Sopuerta, la exposición fue tan larga que el cielo, a pesar de ser muy tarde, quedó iluminado.