Cuba sin moto

El próximo 27 de febrero, La Habana será mi lugar de residencia durante unas semanas.

Aún con los olores del reciente viaje a Marruecos con Bruno en la memoria, esta vez, estrenando esta nueva etapa de mi vida, y a la espera de que mi compi empiece a disponer también de tiempo libre, me voy a cumplir un sueño, otro, ya se que tengo muchos, a mi me lo vais a decir…

¿Sabéis esa sensación de que te pierdes algo importante y no sabes qué? Esto me ha ocurrido siempre en los viajes de vacaciones a lugares lejanos, donde la cultura local difiere de la mía y tengo la sensación de pasar de perfil, disfrutando, desde luego, pero sin enterarme de lo que allí se cuece.

Hace ya 13 años que visitamos Cuba, me quedé enamorado de la isla, desde luego, puro lujo en un país precioso pero deprimido. Dos años después cayó en mis manos un libro de fotografía de Jose María Mellado y las fotos de Cuba que aparecían en él mostraban una Cuba que yo no había vivido.

Hoy, unos cuantos años después, con toda la calma y el tiempo en el bolsillo, he decidido volver a una Cuba en estado de descomposición, con una población, sobre todo los jóvenes, en franca huida hacia un futuro mejor pero incierto. Tengo la sensación de que a la Cuba que conocemos, le quedan cuatro telediarios y no quiero perdérmelo.

Os iré contando

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