Círculo cerrado

Hoy amanece un estupendo día en Montreal. Cielo azul y temperatura veraniega, ideal para cualquier cosa, hasta para andar en moto. Eso es exactamente lo que voy a hacer, y solo eso. Voy a llegar a New Jersey, al mismo hotel donde empecé y así cerrar el círculo ( gracias Diego). Total, que son 600 km más?. He decidido que, como el objetivo es llegar, no saldré de la autovía.

Me despido de Canadá. Este enorme país, mas grande que su único vecino y que tanta influencia a recibido de él, no ha caído en la masificación ni en el consumismo. En este país han sabido encontrar un equilibrio entre la naturaleza y el progreso. Los canadienses, sin ser sumisos, son amables. No son altivos pero están orgullosos de su entorno. No son pobres pero no hacen ostentación de nada. No les gusta llamar la atención pero uno no puede evitar mirarles con cierta envidia. Dejo en este país, algunos amigos que no conocía y que seguro volveré a ver, gente segura de quien es y de donde quieren estar. Gente con los brazos abiertos y que te hacen copiar el gesto.

Hoy es 30 de mayo y el viaje en moto concluye esta tarde cuando llegue a New Jersey, el 30 de abril arranqué este viaje con mucha ilusión y con alguna duda, algo que, por otra parte, es propio de un viaje de estas características. No saber si el cuerpo aguantará ( me faltan unos meses para los 60 años), asumir riesgos en carretera por la gran cantidad de kilómetros que iba a recorrer, no tener ni idea de donde iba a dormir cada día, las posibles condiciones meteorológicas adversas, unos conocimientos rudimentarios de inglés y la soledad del viaje. Estos son los inconvenientes a los que me enfrentaba. Pero tenía un «as en la manga» en ningún momento desde el día que tomé la determinación de recorrer Estados Unidos y Canadá en moto, tuve el más mínimo atisbo de miedo. El miedo te agarrota, te impide pensar con claridad y te obliga a permanecer donde y como estás. El éxito de los proyectos se esconde detrás del miedo. Un solo paso al frente, en ocasiones, es suficiente para disiparlo.

Ahora, recorriendo este inmenso e interminable bosque que parece que nunca va a acabar, tengo que ir haciendo balance. Es un poco pronto para sacar conclusiones y van a ser muchas, pero volvería a empezarlo mañana mismo, con un poco menos de carga, pero no cambiaría nada más.

De 31 días, he sentido la lluvia en serio, solo dos. Mis problemas de espalda desaparecieron al tercer día. El limitado tiempo me obligó a reducir muchísimo las rutas of road, que pena, pero aumentó la seguridad. Prácticamente ni un susto en carretera en 15.000 km y la soledad, para alguien como yo que se pasa el día, los meses, los años, en fin, la vida, hablando y rodeado de gente, el reencuentro con esa vieja amiga que tenía casi olvidada ha sido todo un placer. Esa soledad me ha permitido reflexionar sobre mi mismo y mi entorno, me ha dado calma, perspectiva, a mi edad, podría decir que me ha hecho madurar aún más. Esa soledad, a tantos miles de kilómetros de casa, me ha mostrado en «Technicolor»,el tesoro que tengo en Leioa.

La soledad me ha permitido conocer a los desconocidos, y han sido tantos, tantos detalles humanos que he llegado a la conclusión de que la gente es buena en cualquier lugar y que enfrentarse a los desconocidos con una sonrisa, elimina también los miedos de ellos y favorece la comunicación. Que buenos momentos, fugaces pero intensos.

Hace varias horas que crucé la frontera, estoy en EEUU otra vez, sigue el mismo bosque y llegaré a New Jersey según lo previsto. La rueda trasera va a aguantar. No estoy cansado pero tengo una sensación agridulce, tengo ganas de llegar a casa pero no quiero que esto se acabe nunca.

Estoy ya muy cerca. Newark es industrial y gris, además hay una niebla que lo impregna todo, parece que América quiere que no me vaya con pena. Por mucho que te empeñes, guapa!! no lo vas a conseguir!!!

Llego al hotel, el mismo de los dos primeros días. Aquí guardan mi maleta desde hace un mes. Una ducha, ceno un poco y a dormir. Mañana me despido de Serafina.

Hasta mañana.

2 opiniones en “Círculo cerrado”

  1. «Circulo Cerrado» Me quito el casco ante tu aventura. Me alegro que nos recuerdes que el mundo está lleno de gente bueno, estupenda y amable. Y que lo que tenemos en casa es lo mejor.
    Gracias AMIGO.

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  2. Ramón……que gran viaje “nos hemos” pegado!!
    Yo también tengo ganas de regresar y admirar lo que realmente tenemos en casa.
    Seguro que all the family esta con las mismas ganas….verás cuando dentro de 1 mes regrese Serafina de su travesía Atlántica…la de cosas que te contará….previo paso por MotorCard para ponerle zapatos nuevos, que se lo ha ganado.
    Muchísimas gracias de corazón, por dejarme acompañarte en este gran viaje…….que nos hemos pegado, porque siempre voy detrás, no lo olvides!!
    Saludos y nos vemos…. de charla cualquier dia
    Vsssssss✌️✌️
    Javi Uriarte

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