New York

El estado de New York es triangular con base en el norte, en la frontera con Canadá y vértice en el sur, precisamente en la ciudad que da nombre al estado, o al revés, ni idea, la ciudad de New York, que es donde me encuentro, sin tomar aún el café matutino, razón por la cual tengo este lío mental que no interesa a nadie.

Estoy en el noveno piso de un micro-apartamento en la calle 49 y las torres de aire acondicionado de los edificios colindantes me han cantado una nana que ha durado toda la noche, yo también os quiero!!! Así todo, es un privilegio estar en el centro de Manhattan. Desayuno, ducha y plan del día. Como no es la primera vez que estoy en esta vieja e interesante ciudad , esta vez no voy a ir al bus «drop on drop of», ni voy a subir al «Top of the rock» ni al Empire state, voy a patear la ciudad, iré a «pinrel»desde la 49 hasta el «World trade center»y así veo como van las obras de la zona cero.

Según camino por la quinta avenida hacia el sur, y voy cruzando calles, la 48, la 47, la 46 y así poco a poco, a paso de tortuga, me doy cuenta de que, mas que los edificios, esta ciudad es digna de ser visitada por el caleidoscopio humano que aquí se encuentra. Sentarse en un banco, de cualquier rincón y observar a la gente pasar es, en si mismo, todo un espectáculo, mayor, en mi opinión, que pasear por Central Park o entrar en el Moma. Una consecuencia de este «Pot pourri» humano es que los habitantes de esta mega urbe, están tan acostumbrados a la diversidad que, literalmente, pasan absolutamente de todo. Uno puede salir desnudo, como la chica de ayer, con la seguridad de que, excepto turistas, nadie la va a mirar. Sin irnos a ese extremo, tu forma de vestir, de peinarte, de hablar, de caminar, no se, lo que se nos ocurra, no llamará la atención, luego, llego a la conclusión de que cada uno hace lo que le viene en gana, no para atraer la mirada de nadie, si no por que es lo que realmente le gusta. Esta característical, le da a esta ciudad un plus de autenticidad y de libertad que es difícil encontrar en otros entornos. Creo que no existe nada en el mundo que no se pueda encontrar aquí.

Me paro a escuchar un poco de Jazz a unos músicos a la altura de la 35. Que bien tocan!! Paso junto a todas las tiendas más lujosas el mundo, todas están en la quinta avenida. Esto es la Meca del lujo. El Rokefeller center cerrado, me da igual, no quería subir. Al final, después de unas cuantas paradas, llego a la zona del World Trade Center, aquí ocurrió todo, ese desdichado 11 de septiembre de 2001 y aún están de obras. El nuevo edificio central es majestuoso pero no deja de ser un rascacielos más en la ciudad de los rascacielos, lo que de verdad te eriza el vello es el Memorial 11 S. Es un cubo escavado en la tierra, enorme, en el fondo de ese cubo hay otro mas pequeño que profundiza aún mas, de echo, no se ve el fondo de este segundo. El agua fluye por los laterales hasta el fondo del primer cubo y por rebosamiento cae hacia el interior del segundo. En la parte superior, a modo de barandilla, para que nadie se caiga, están grabados en una encimera de bronce, los nombres y apellidos de los 3016 muertos de aquella locura. Es un lugar que llama a la reflexión.

Junto a ese lugar se encuentra la estación de metro más cara del mundo y su estética clama a los cuatro vientos el nombre de su autor. Con un costo de 4.000 millones de dólares, el señor Calatrava se la ha clavado a los neoyorquinos en» el Óculus» ( nombre de esta excentricidad). Entro en ella, no hay mucha gente, parece un lugar poco transitado, tendrán miedo a que vuelvan las goteras? No podría decir que me ha parecido fea, más bien da la sensación de ser un exceso, sin más. Como el arco de la Defense parisino. Paseo por la zona y vuelvo hacia el Empire State building, parece nuevo, cualquiera diría que tiene casi 90 años.

Tenía muchas ganas de ver el edificio Flatrion, «la plancha», nunca lo había visto y es muy original, no solo por su forma de cuña, si no también por la decoración exterior. Junto a él, hay una especie de mercado de comida. Me paro y compro una especie de taco. Mientras lo como, un chico se acerca, me mira, le miro, interrumpo mi comida y me pregunta, está rico? no parece un mendigo, así que deduzco que solo es curiosidad, respondo afirmativamente, me pregunta el puesto donde lo he comprado y se dirige hacia el. Menos mal que no me ha pedido un mordisco!!!

Hoy ya es el último día, me voy a ir acercando hacia el apartamento, haré el Check in y prepararé mis cosas. Definitivamente, esto se ha acabado. Mañana va a ser un día largo, pero no dejará de ser un trámite para llegar a Leioa el domingo a comer. Tengo, ahora si, ganas de verdad de estar en casa.

Nueva York – Pensilvania – Ohio – Indiana – Illinois – Misuri – Kansas – Oklahoma – Texas – Nuevo México – Arizona – California – Oregón – Washington – British Columbia – Alberta – Saskatchewan – Manitoba – Minesota – Ontario – Quebec y nuevamente Nueva York. Este ha sido mi recorrido. Como hice cuando salí de Canadá tengo que descubrirme con este país que , si bien tiene connotaciones políticas, en mi opinión reprobables y que arrastra a muchos de sus ciudadanos, yo, personalmente no me he encontrado mas que amabilidad en prácticamente toda la ruta y con una naturaleza de verdadero infarto.

Nos vemos en Bilbao

2 opiniones en “New York”

  1. Precioso viaje Ramón….tengo poca envidia, ha que he viajado detrás de ti todos estos días….me recuerdas? Soy el que veías siempre por el retrovisor…

    Hoy volveremos para Euskadi y por cierto soy el que va en el asiento 28F…

    Güelkom Joom!!!

    Vsssssss✌️✌️
    Javi Uriarte

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    1. Me parto contigo. Jajaja Muchas gracias por acompañarme en este viaje. He notado tu presencia en todo momento y eso en muchas ocasiones reconforta. Me temo que he disfrutado yo mucho más, pero… Un abrazo grande!!!

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