Parece que el coctel de pastillas de ayer está haciendo su efecto. Hoy por la mañana, seguir recuperándome un poco, me he quedado algo débil pero la cosa parece que mejora.
La casa donde tengo una habitación «rentada», está regentada por Ana con la ayuda inestimable de Rey, su mano derecha. Ana es el prototipo de emprendedora que parece que puede empezar a florecer en Cuba si se abre un poco la mano. Esta mujer ha montado, de la nada, con las enormes dificultades que supone el suministro y cualquier permiso, un establecimiento turístico, limpio, bien organizado y que da un servicio integral a sus clientes. Lo mismo te alquila una bici o un caballo, que da de comer a inquilinos y a turistas no alojados, que te localiza el taxi o prepara salidas turísticas. Mañana haré una, espero. Ana, de cincuenta y muchos, tiene esa característica fundamental en una buena jefa, atiende personalmente a los clientes y se ocupa de que sus trabajadores estén cómodos, en una palabra, no solamente está al tanto de los beneficios presentes, tan habitual en este pais, sino que piensa en los futuros, por eso le va como le va. En España sería una empresaria de éxito sin límites. Maravilloso ejemplo de triunfadora en este 8 de marzo, día de la mujer.
He comido un poco de arroz o arós como dicen aquí, se ríen los niños cuando hablo por que digo muchas «zes». Un poco de pollo, cómo no y Malanguita, un tubérculo similar a la patata, muy suave que, según Ana, se les da a los niños cuando dejan de mamar.
Viñales es un pueblo en el oeste de Cuba de casitas de madera de una planta. Es un pueblo pequeño pero recibe bastante turismo por el mural de la prehistoria, las cuevas en los mogotes y las plantaciones de tabaco. En este pueblo hay un «jardín botánico»medio destruido por el ciclón del año pasado. Este jardín es privado aunque el guía, un chaval muy sencillo y humilde que se esfuerza como nadie en ser simpático, pide la voluntad despues del recorrido. Fue construido por una señora que tenía una gran pena por no tener hijos, así que iba colocando muñecos por todos lados. Hoy da un poco de grima ver las muñecas viejas junto a las plantas, parecen puestas ahí para algún ritual aunque su razón es otra, pero son entretenidas las historias de cada planta que nos cuenta el guía. Salgo del jardín y me encuentro con fuerzas para ir andando hasta el mural de la prehistoria, 6km de ida.
Por el camino me encuentro con un hombre sentado en el porche de su casa. Junto a él una gran sábana con alubias negras, perdón, frijoles. Luis me comenta que los tiene secando, después, puede meterlos en un pomo (botella de plástico) y le duran dos años o mas. Si los mezcla con arena duran más, porque se mantienen secos, luego los tamiza y elimina la arena antes de consumirlos. Suele ser al revés pero, en este caso, me pide que le haga una foto.
LLego cansado pero llego. A ver si soy capaz de describir esto. El paisaje está plagado de Mogotes, como pedruscos del tamaño de edificios grandes con cierta vegetación, que ha ido saliendo entre sus grietas a lo largo de los años. Una de estas paredes de piedra ha sido pintada con un mural multicolor de dudosa calidad, grafiteros de tres al cuarto, dice Marta, que representa la historia de la tierra: dos o tres amonites, unos dinosaurios y unos seres humanos. Lo curioso es el tamaño de 120m de ancho por 50 m de alto y lo que más me ha sorprendido y nadie lo dice, es que si te acercas mucho, ves que tooodo el enorme mural tiene lineas negras horizontales separadas no mas de 20 cm unas de otras, incomprensible y un trabajo de chinos, desde luego.. Unas fotos y me voy, estoy prácticamente solo.
A la salida hay un carromato sin caballo. William al que aquí todos llaman «el Chivero»me ofrece acercarme a Viñales. Le pregunto por el caballo y va a buscarlo. Está pastando las cuatro hierbas secas que hay por aquí en esta época del año. Aparece con «Moro» un caballo escuchimiciado pero que hace su trabajo de forma inmejorable. Se desvía en los baches. Si son muy grandes disminuye el paso. Responde a la voz de William y se detiene en los cruces. Todo esto sin intervención humana. Solo necesita que se le indique derecha o izquierda y poco más. William tiene mi edad, un hijo de 30 años y una hija de otra mujer de 42. El hijo es epiléptico y vive con su madre en otra ciudad. Hablando, llegamos a Viñales. Andando no habría tardado más, pero la charla con este buen hombre al que todo el mundo saluda al pasar, ha sido agradable. Cuando se entera que tenemos la misma edad, gira su cabeza hacia mí y me muestra con una carcajada expontanea su boca semi edéntula. Segundos después descubrimos que ambos tenemos un hijo de 30 y como si fuese la mayor de las sorpresas vuelve a girarse y me choca la mano en un gesto de camaredería. Rey dice que no es del todo completo, pero al hablar de él, lo hace con cariño. Le llamán el chivero porque en 2012 llegó aquí con un carromato y dos cabras. No pide nada así que propina doble, como siempre.
Me atrevo con un sandwich de jamón y queso, Ana? No cariño, el embutido te va a sentar mal, te lo hago de jamón y tomate. Hecho. Me lo como pero me cuesta.
Se nos acaba de ir la luz, esto es muy común en Cuba, en ocasiones durante horas. El pueblo se queda como la boca del lobo, es imposible ni caminar. Estoy ya en mi habitación, por suerte con la luz del ordenador.
Espero que mañana esté repuesto del todo.
Hasta mañana











Me alegro que estés mejor. 😉🌞🦋
Me gustaMe gusta